PORTFOLIO    IN PROGRESS    ABOUT    MEDIA    CONTACT

Un dúplex con un diseño exquisito que reinventa el concepto clásico

Los muebles de diseño abrazan las últimas tendencias en una mezcla de texturas, materiales y colores sorprendentemente elegante. Un hogar donde el arte está presente en cada rincón.

Por Aránzazu Díaz HuertaPublicado: 09/05/2023

Cuando decidieron mudarse de su casa de campo en Austin a un dúplex ubicado en el corazón de Nueva York, los LeBlanc se pusieron en contacto con el interiorista Andrew Suvalsky para dotar de personalidad a su nuevo hogar en Lincoln Square. Teniendo en cuenta la edad de los propietarios –sesenta años–, y su gusto por lo clásico, Andrew eligió una decoración acorde a su personalidad, pero dándole un toque fresco a través de una gama de colores muy dinámica (incluyendo las obras de arte): frambuesa intenso en el vestíbulo, una mezcla de malva, rosa, blanco y verde azulado en el salón, acentos grises y metálicos en el despacho, y verde azulado claro y blancos en el dormitorio principal.

La geometría también está presente en el interiorismo a través de piezas como el sofá de terciopelo azul con formas redondeadas y orgánicas, contrastando con la mesa auxiliar de mármol tipo cubo y otros diseños que juegan con la percepción visual, como el suelo de baldosas del baño común. En cuanto a los materiales, destacan las maderas, el mármol, el latón y tejidos como el terciopelo.

Se trata de un interiorismo ecléctico que, sin perder de vista el clasicismo, se adentra en la modernidad

Para mantener la esencia clásica en el salón, las paredes se decoraron con molduras a modo de marcos, en un color blanco que destaca sobre el fondo beige. Un recurso estético que, además, se beneficia de la altura de los techos.

Los cuadros elegidos para vestir las paredes, aportan mucha frescura gracias a los motivos florales y abstractos en los mismos colores del interiorismo.

La cocina se separa del salón-comedor mediante unas puertas correderas de espejo, otorgando privacidad solo cuando es necesario. En su interior, una amplia isla de mármol blanco con taburetes protagoniza la estancia.

El vestíbulo se divide en dos zonas. Por un lado, un amplio aparador de madera con detalles de latón y una obra de arte abstracto. Por otro lado, un aparador de dimensiones más reducidas, también de madera y latón, junto con un espejo con el marco dorado a juego con la lámpara de techo, y un banco de madera con el asiento tapizado en terciopelo, se integran entre las paredes de color frambuesa.

TOP